Entrada de blog

▲ Encima

Política pública al año 2030 en Ciencia y Tecnología, Educación, Medio Ambiente, Regalías

 

Paipa, Boyacá

25-27 de enero de 2018

 

Introducción

Convocados por la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, con el propósito de reflexionar sobre las oportunidades que como país tenemos y pensando en el ahora, pero sobre todo en las siguientes décadas, se reunieron en Paipa, Boyacá, durante los días 26, 27 y 28 de enero de 2018, 31 académicos con diferentes experticias y trayectorias. La discusión se centró en 4 ejes principales, ciencia y tecnología, educación, medio ambiente y regalías.

La falsa ilusión de creer que como país y grupo social somos diferentes y que por tanto tenemos una forma particular y única de resolver los asuntos, ha acrecentado la brecha que tenemos con países con mejores condiciones de vida, menos necesidades básicas insatisfechas para la población y líderes en la economía del conocimiento. Pensar que siempre existe una alternativa colombianizada para los problemas locales que en realidad son globales, ha generado un modesto avance en los principales indicadores de desarrollo. El documento llama a la acción, presentando propuestas concretas, dados unos contextos para cada uno de los ejes de desarrollo. Algunas de las propuestas pueden haber sido ya expresadas por diversos grupos de interés; no obstante, es necesario que vuelvan a concentrarse de manera sintética y directa, para que por fin pasemos del análisis a rutas de desarrollo, poniendo a disposición el recurso renovable y multiplicable más importante en cualquier economía, el conocimiento.

Retos tales como poner fin a la pobreza, proteger y habitar sostenible y sustentablemente el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad, trascienden la esfera nacional y se convierten en objetivos mundiales. Dar respuesta a estos retos, supone romper miradas simplistas y focalizadas y tener medidas estructurales y sistémicas de amplio alcance para lograr transformaciones profundas que nos permitan avanzar en el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible al 2030. Colaboración y pragmatismo son dos aspectos claves que pondrán al país en las rutas adecuadas, teniendo siempre como base la educación y generación de conocimiento a través de ciencia, tecnología e innovación.

Aunque como sociedad hayamos avanzado en grandes retos tales como la gratuidad y acceso de la educación básica y media, creación de instituciones y organizaciones que fomentan y fortalecen la educación, la ciencia, el medio ambiente y algunas medidas para lograr mejoras en salud y bienestar, productividad y crecimiento económico, aún nos quedan muchos esfuerzos para desarrollar de manera conjunta. Las reflexiones contenidas en este texto representan un llamado de atención a todos los grupos de interés del país, sector gobierno, sector educativo, sector empresarial y sociedad en general, para que en conjunto podamos realizar el sueño y anhelo de tener una sociedad más justa y equitativa.

El documento tiene tres secciones de igual relevancia e importancia, cuyo eje central y común es la generación y uso de conocimiento basado en ciencia y tecnología como vehículo para seguir construyendo el país soñado. Tener sólidas instituciones –entendidas como las reglas de juego formales e informales de la sociedad– que se materializan en organizaciones y programas gubernamentales, civiles y privados; aumentar la inversión pública y privada en sectores tan importantes como la educación, la ciencia, la tecnología y la innovación, además del medio ambiente; y ejercer mejores procesos de seguimiento, control y evaluación de programas de gobierno, son aspectos comunes a las tres secciones.

Bien expresa la primera parte el ánimo del texto completo “El futuro es la Ciencia”. En esta sección se resalta la importancia del conocimiento para proveer diversas soluciones a problemas complejos. Innovación social y productiva significa bienestar para la población, mayor productividad y competitividad y una sociedad con altos niveles de civismo. Ciencia sin educación representa una utopía inútil, pues esto nos seguiría prostrando ante la importación de conocimiento y desarrollo tecnológico. Así, la segunda parte se refiere a la Educación, con E mayúscula, como camino para la consolidación de la paz y el desarrollo. Tener un sistema de educación sólido e integrado con el sector productivo, científico y social; una educación de alta calidad, pertinente para dar respuesta a retos locales y globales; educación como derecho con mayores valores de cobertura en todos los niveles; con una institucionalidad coherente con las estrategias del sistema; representa una ruta transitada por países con altos niveles de calidad de vida y cubrimiento de necesidades básicas de la población. Estos propósitos pueden ser realizables si preservamos y conservamos nuestra casa, el planeta. No tendría sentido avanzar de manera sostenida en los otros dos ejes, si no reforzamos el cuidado del ambiente, que es el medio que nos permite tener agua, alimento, energía y servicios indispensables para nuestra subsistencia y bienestar. Este es el tercer eje del documento. Cada una de las secciones da respuesta a varios de los objetivos de desarrollo sostenible, pues el avance en uno de ellos siempre se complementa con el resultado de los otros. El cuarto componente del seminario lo constituyó el estudio del diseño y puesta en marcha del proyecto de ley que reglamente al Acto Legislativo 05 de 2017, concerniente a las condiciones bajo las cuáles se presentan y desarrollan proyectos a través del Fondo para Ciencia, Tecnología e Innovación del Sistema General de Regalías.

Como bien lo expresó el Dr. Rodolfo Llinás en la instalación de la misión de sabios en 1993, que daría como resultado la publicación Colombia al filo de la oportunidad: “El futuro de Colombia va a estar profunda y directamente relacionado con la capacidad que los colombianos tengamos de organizar la educación; la hija de la educación: la ciencia; y la hija de la ciencia: la tecnología. Sin la menor duda, este entrelazamiento será uno de los ejes principales del futuro de nuestro país en el siglo XXI”. Hoy, casi 25 años después, este informe sigue siendo vigente y muchas de las estrategias presentadas siguen aún sin desarrollarse. Debemos pasar del diagnóstico a la acción, y no a la acción de unos pocos, sino de la sociedad en su totalidad. Profundos procesos de transformación social requieren del compromiso de diversos grupos, con estrategias diferenciadas desde el nivel de los ciudadanos hasta las más altas instancias de gobierno, academia e industria. Debemos acelerar el diseño de las trayectorias de desarrollo y crecimiento y hacerlo de una manera ética, sostenible y sustentable.

Esperamos que este texto ayude a delimitar estrategias concretas y suscite diversos diálogos con puntos convergentes y divergentes, pero con el interés común de tener un país más justo, equitativo y desarrollado humana, social y económicamente.

 

El futuro es la Ciencia

Contexto

La ciencia es la más grande empresa que se haya jamás concebido. Es el camino que la humanidad ha decidido tomar y construir a través de los tiempos para, con base en la racionalidad, desentrañar lo más profundo de la naturaleza en todo su contexto. Prácticamente todo lo que usamos y mucho de lo que hablamos hoy es resultado de un complejo proceso que la ciencia viene construyendo en forma sistemática hace más de 250 años. Son los países más avanzados los que han venido generando la mayor parte del conocimiento actual de la humanidad y los impactos que estos han producido. Los países no pueden quedarse por fuera de este desafío, de lo contrario el conocimiento de sus propios problemas y realidades puede quedar a la deriva o peor el país estaría subordinado a la que acontece en otras latitudes, sin ninguna posibilidad real de alcanzar su propio desarrollo.

Aunque Colombia inicia la investigación científica en el siglo XIX con la primera expedición botánica, es en realidad desde la mitad del siglo XX cuando la investigación surge particularmente en algunos institutos de investigación y universidades colombianas. En etapas más recientes se han hecho innumerables esfuerzos, que ilustran el gran impacto y beneficio de apostarle a la ciencia, entre los cuales se mencionan algunos a continuación.

La investigación en el campo del café, segundo producto de mayor movilidad comercial en el mundo después del petróleo, permitió a Colombia desarrollar la primera variedad de café arábigo resistente a la roya (variedad Colombia, hoy llamada variedad Castillo) cuyo impacto social y económico ha desbordado las proyecciones iniciales. Con ingeniería y tecnología colombiana se cuenta hoy con la fábrica más grande del mundo en café liofilizado, producto con un reconocido valor agregado de gran acogida a nivel mundial. El sector cafetero ha entendido desde hace mucho tiempo la importancia de la investigación científica para su desarrollo, creando con recursos robustos su propio centro de investigación (actualmente CENICAFE) y toda una institucionalidad con distintos matices y efectos en la sociedad colombiana y en el mundo del café. Otros ejemplos son los desarrollos de genética y biología molecular para la preparación de pesticidas y biofertilizantes, así como, de variedades de caña de azúcar y de papa. En el área de la salud se resalta el impacto de la investigación básica en la cura de enfermedades. Dos breves ejemplos: los trabajos sobre la presión intra craneal que condujeron al desarrollo de la válvula de Hakim, hoy con nombre de multinacional, y los recientes descubrimientos sobre el gen del Alzheimer. A estos se puede sumar, entre otros, el programa de la mamá canguro de conocimiento general. Los tres casos de gran impacto en el mundo entero.

La biodiversidad existente en nuestros territorios marinos (45%) y continentales (55%) han sido poco estudiados como potencial de desarrollo sostenible. No obstante se destacan algunos avances importantes como los desarrollos de antiinflamatorios, antibióticos, anti virales y agentes contra parásitos tropicales. Temas como la bioremediación han tenido también aportes importantes con el uso de microorganismos, particularmente en la recuperación de suelos y aguas contaminadas por derrames de petróleo. Casos como estos pueden verse frustrados sin un importante apoyo financiero que permita el desarrollo de las etapas posteriores para lograr un producto comercial o innovaciones tecnológicas benéficas para la salud y otras áreas para Colombia y en el mundo.

En el área social, entre muchos otros, se pueden destacar los trabajos de la reconocida antropóloga Virginia Gutiérrez de Pineda, donde a partir de un minucioso estudio de archivos y documentos históricos e información estadística hizo aportes sustantivos sobre la estructura de la familia y la cultura colombiana. Igualmente, en la década del 60 la sociología colombiana introdujo el Método Investigación Acción Participativa como una forma de investigación de la realidad social que al tiempo sirviera para transformarla. Este enfoque colombiano marco la pauta en la aproximación a problemas sociales en otras partes del mundo, a partir de las contribuciones de Orlando Fals Borda. Es importante también mencionar el proyecto Escuela Nueva, liderado por Vicky Colbert, que ha tenido un impacto y reconocimiento mundial en la educación básica y media.

Más que un inventario exhaustivo, este breve recuento ilustra que la ciencia ha estado presente en muchos contextos de la realidad colombiana y que su contribución ha sido sustantiva para edificar una mejor sociedad. Esto para no hablar de las oportunidades económicas y de desarrollo tecnológico e innovación que tienen como precondición la apropiación de la ciencia y que pueden convertirse en grandes oportunidades perdidas para el país. El hecho de que haya 1769 patentes en 12 años derivadas de estudios colombianos pero obtenidas en otros países es un ejemplo dramático de esas oportunidades perdidas. La inversión en estos esfuerzos es menor que lo que le cuestan al país los guardaespaldas para personalidades que requieren un esquema de seguridad. Esta pequeña muestra de logros deriva a la vez en múltiples preguntas que podrían desembocar en futuros grandes acontecimientos científicos, tecnológicos o innovadores, e Ilustran la capacidad de la comunidad científica colombiana que reclama la necesidad de contar con un verdadero apoyo para su completo desarrollo. Apoyo que sin duda contribuiría al bienestar de la sociedad y a la reducción de la inequidad.

No obstante lo anterior, hay que reconocer que el país participa marginalmente en la generación de conocimiento mundial, en la apropiación del mismo y en su aplicación. Lo anterior obedece a nuestras debilidades, algunas de las cuales se describen a continuación:

 

  • Carecemos de un verdadero sistema y de una política nacional de ciencia, tecnología e innovación que incluya a todos los actores y establezca mecanismos de coherencia entre la política educativa, la política industrial y la de ciencia y tecnología. Política que debería ir acompañada de recursos suficientes para un razonable desarrollo de la CT+I.
  • Falta liderazgo de Colciencias, y no existe un verdadero ente rector del sistema, lo que genera iniciativas desordenadas, no coherentes ni direccionadas a objetivos de largo término.
  • Los gobiernos han dado poca prioridad al tema de ciencia, tecnología e innovación. Así, a pesar de las promesas, la inversión está apenas en poco más del 0,2% del PIB en I&D – Investigación y Desarrollo – (que es el indicador internacional como somos comparados, por ejemplo con los países de la OCDE) y en 0,65% en ACTI –Actividades de Ciencia y Tecnología – (que es un indicador que incluye actividades que no necesariamente son de investigación científica, sino que tienen relación colateral con ella). Hay países vecinos como Costa Rica que ya han alcanzado más del 2% en ese último concepto. Las regalías para CT+I que se presentaron como solución, apenas representan, en los mejores años, un 0,13% del PIB).
  • El aporte de un 10% de Regalías para CT+I (aunque se trata de una buena idea para promover el desarrollo regional) no ha tenido el impacto deseado porque la vía para ejecutarlo tiene graves problemas de diseño.
  • Los científicos coinciden en que la forma como funciona el SGR en materia de Ciencia y Tecnología dista mucho de los fines buscados y en más de una ocasión ha desalentado a la comunidad científica con proyectos que no tienen relación ni pertinencia alguna para el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. En más de una ocasión los proyectos financiados con recursos del Fondo no persiguen objetivos serios y relevantes para el SNTI.
  • Una parte muy importante del presupuesto de Colciencias (cercano al 70%) se destina a financiar becas de doctorado en el exterior. No hay recurso para asegurar que a los jóvenes doctores hay que darles trabajo cuando se gradúen y para fortalecer a las entidades del Sistema y mejorar la financiación para proyectos. Solo el 15.01% del presupuesto de Colciencias se invirtió en investigación y apenas el 4.66% en Innovación. La financiación de la formación doctoral requiere una fuente propia por fuera del presupuesto destinado a investigación. De lo contrario, el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación no podrá activarse. Sobre este tema cabe hacer un llamado sobre la necesidad de lograr un balance entre formación nacional e internacional.
  • Hay adicionalmente fondos como el de Colfuturo y el FIS (Fondo de Investigación en Salud) que reducen sustantivamente importantes recursos del presupuesto de Colciencias, y que son direccionados por entidades diferentes, no necesariamente estatales, limitando la posibilidad de acciones estratégicas coordinadas en el sistema.
  • Uno de los grandes obstáculos que enfrenta la investigación en el país es el de la excesiva burocracia en las entidades públicas, pero también a menudo en las de carácter privado. A título de ejemplo no se aprovecha la legislación existente que permite la contratación directa para temas relacionados con CT+I.
  • No hay mecanismos adecuados para apoyar el emprendimiento de base tecnológica. La política pública en este campo deberá afianzarse con objetivos de mediano plazo.
  • No hay una política definida para los centros e institutos de investigación. Los centros autónomos (privados sin ánimo de lucro) enfrentan una grave crisis, y los gubernamentales están sometidos a una burocracia que muchas veces les impide trabajar adecuadamente.

 

En el contexto anterior, vemos con gran preocupación la crisis actual del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, lo cual sin duda es el resultado del desinterés de los distintos gobiernos por temas que son trascendentales en países líderes del mundo, y que han asumido iniciativas de estado ambiciosas y de largo alcance, con efectos muy positivos en la fortaleza de su aparato productivo.

La Colombia del 2018 ofrece escenarios muy sensibles y de grandes oportunidades para enfrentar una construcción estructural y de largo plazo. Esto nos llevará a un país con oportunidades, equidad, justicia y notable desarrollo económico. En consecuencia, es el momento de asumir responsablemente la situación adoptando políticas de Estado serias, que abran el camino al país que quisiéramos tener el siglo XXI.

 

Propuesta

Hacer de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación parte fundamental del Eje Estructural del Desarrollo Económico y Social Sostenible para el mejoramiento de la calidad de vida de la población del país.

La fortaleza de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación en Colombia depende de unas instituciones que le den una gobernanza adecuada. Hoy Colombia carece de esas instituciones y esa es la principal razón de la crisis actual de Colciencias.

El gobierno que comienza el próximo 7 de agosto deberá enfrentar esta crisis estructural. La propuesta de los miembros de la comunidad científica que suscriben este documento se sintetiza en los siguientes términos:

 Es necesario garantizar la autonomía del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación.

 Es urgente dotar al Sistema de capacidad de reflexión, prospectiva y dirección, para lo cual se requiere organizar la casa, creando un Organismo Colegiado de alto nivel (Un Consejo Nacional de Ciencia Tecnología e Innovación).

 Se requiere generar una estructura que se encuentre conformada por el Estado, el Sector Productivo y la Comunidad Científica, que promueva proyectos de desarrollo, e incorporen el conocimiento de frontera, permitiendo la creación de nuevas industrias que aprovechen y conserven la biodiversidad y los recursos naturales, de los territorios escenarios del conflicto.

 El Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación no puede ser un simple órgano asesor; debe convertirse en la máxima autoridad del sistema. El Consejo deberá ser el órgano rector que integre los distintos sectores y regiones del país. Sus miembros provendrán del Estado, el sector productivo y la comunidad científica.

 Colciencias será la Secretaría Técnica y actuará como el instrumento ejecutor del Consejo Nacional de Ciencia Tecnología e Innovación. Colciencias será un organismo del Estado, que coordinará el sistema, que tendrá Consejos donde participen Estado, Sector Productivo, Sociedad Civil y Comunidad Científica en todas sus diferentesinstancias e iniciativas.

 Colciencias administrará el Fondo Caldas, el Fondo de Regalías de Ciencia y Tecnología, el FIS y los otros Fondos complementarios que se requieran. Igualmente coordinará a través de convenios y mecanismos de cofinanciación con otros actores estatales y privados, nacionales, territoriales e internacionales, la asignación y gestión de los recursos de ciencia tecnología e innovación en el país.

 Los miembros del Consejo y el Director de Colciencias serán nombrados por el Presidente de la República de ternas presentadas por el Consejo Nacional de CTI, para asegurar la autonomía, la estabilidad de las políticas y el carácter técnico de la dirección del sistema. Los miembros tendrán período fijo y se dará una rotación escalonada. Para el nombramiento del primer Consejo el Presidente considerará las ternas presentadas por un Comité AdHoc conformado para tal efecto, y que represente los sectores antes descritos.

 La financiación del sistema no es un problema menor ni secundario. Adicionalmente al presupuesto estatal que debe mantenerse y crecer progresivamente, de acuerdo con las necesidades del sistema y del país, es necesario considerar todas las posibilidades legales para allegar recursos adicionales. Las regalías son por naturaleza territoriales y finitas, por tanto no sustituyen los aportes que para CT+I provienen del presupuesto general de la nación.

 Hay que fortalecer y regular el Fondo Francisco José de Caldas que se concibió en la Ley 1286 como un fondo de fondos, que permita movilizar recursos de entidades nacionales y territoriales, y también internacionales, para los fines de la Ciencia y la Tecnología.

 Lo anterior debe estar unido a la atribución que tengan el Consejo y Colciencias para revisar y coordinar los planes de Ciencia y Tecnología de todos los sectores antes de su aprobación en el Plan de Desarrollo. Esta atribución es una forma de estimular y movilizar mayores recursos para la Ciencia y la Tecnología.

 La asignación de recursos del SNR para la Ciencia y Tecnología debe dotarse de un mecanismo que esté en cabeza de Colciencias, pero con convocatorias y con un foco en inversión territorial y proyectos. Los proyectos de este sistema pueden ser presentados por las entidades territoriales y también por Colciencias.

 Hay que buscar proyectos regionales de inversión de Ciencia Tecnología e Innovación que beneficien a las entidades territoriales, pero con activa participación del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación.

 Cumplir la Ley 1286 que obliga a todos los sectores a adelantar y a movilizar recursos en Planes de Ciencia, Tecnología e Innovación sectoriales pero con coordinación de Colciencias. Cabe recordar, adicionalmente, que el artículo 26 de la mencionada ley situaba recursos adicionales en el Fondo Francisco José de Caldas, a partir de recursos remanentes y que en esa fecha eran recursos no apropiados del antiguo Fondo Nacional de Regalías por $100.000 millones del 2009.

 

Las sugerencias hechas acá no agotan las posibilidades, son propuestas indicativas para los candidatos. Sería importante ampliarlas con otras ideas, como eventuales aportes fiscales de empresas tecnológicas y de comunicación, de importadores de tecnologías, crecimiento de presupuestos por crecimientos en la productividad generados por tecnologías nuevas y otros.

La comunidad científica se ofrece para acompañar a los candidatos en la construcción de sus programas de ciencia y educación, y posteriormente apoyar a los elegidos en la construcción del Plan Nacional de Desarrollo en estos temas.

 

La Educación es el camino para consolidar la paz y el desarrollo

Contexto

Décadas de descuido, de desgreño en el manejo de la educación en Colombia nos han dejado un entramado social débil, una capacidad productiva ínfima, baja competitividad, escaso civismo y una creatividad deformada. Por atender tareas que parecían más urgentes, y con la absurda idea de que la inversión en educación era un gasto improductivo, una carga que había que mal-asumir, los colombianos acabaron dependiendo en un grado demasiado alto de sus propios esfuerzos individuales y con una relación muy mala con el conocimiento acumulado de la humanidad, cuando no con un franco desconocimiento del mismo. Salud, democracia, industria, productividad agrícola, manejo ambiental y convivencia ciudadana se han visto afectadas en un grado tal que se puede afirmar que la única esperanza de lograr enrumbarnos hacia una nación próspera, pacífica y democrática es comprometernos seriamente en mejorar todos los niveles de la educación, en cambiar nuestra relación con la educación, partiendo de la base de que no hay inversión que dé mayores rendimientos tangibles e intangibles en el largo plazo que la inversión en educación (Misión de Ciencia, Educación y Desarrollo, 1995).

Con estas palabras, la Misión de Ciencia, Educación y Desarrollo, concluyó el informe final que entregó al Presidente César Gaviria. El documento contenía un balance del estado de la educación en ese momento y un conjunto amplio de recomendaciones para que se formara una “masa crítica” de científicos que aportaran de manera significativa al desarrollo social, económico, artístico y cultural del país. Del texto se infiere el enorme impacto que tiene una educación de calidad en el desarrollo integral de los seres humanos.

Hoy, veintitrés años después, es justo reconocer avances alcanzados en el derecho a la educación básica y superior. La gratuidad y la complementariedad de los servicios han tenido un impacto importante para asegurar el derecho en la educación básica; en tanto el apoyo y la expansión, en especial del SENA, han permitido impactar la cobertura de una parte de la educación superior. Lo mismo no podemos decir en calidad. Los discretos avances en la calidad de la educación no han aportado, en esencia, a la solución del problema tan claramente descrito por la Misión. La educación no ha logrado todavía generar los impactos profundos que requiere nuestra sociedad, ni ha logrado incidir de manera significativa en la formación de ciudadanos tolerantes, del tejido social, en el crecimiento económico, el desarrollo humano integral, equitativo, sostenible y en la participación política. Para lograrlo, es indispensable definir cambios estructurales a nivel organizacional, presupuestal y pedagógico, los cuales una y otra vez han sido aplazados; si en realidad queremos alcanzar un desarrollo integral y sustentable, es condición una revaloración de la educación y la ciencia, suscribiendo un acuerdo nacional que lo exprese.

Como aporte a la comprensión del estado actual de la educación y la ciencia para la proyección de posibles soluciones, abordaremos cinco problemas:

 

1. Sistema Educativo fragmentado y desarticulado. El sistema educativo carece de la estructura necesaria para que los diversos niveles y subsistemas entren en diálogo fluido y comprometido. En sentido estricto, no hay un “sistema” ya que los diversos niveles y subsistemas están fragmentados y desarticulados.

2. Pertinencia y calidad. El país sigue presentando un problema grave de pertinencia de la educación a nivel individual, cultural y social. Sigue siendo muy frecuente en la educación básica listados de asignaturas y contenidos, desligados entre sí y las cuales en su mayoría tienen poco que ver con las necesidades de la infancia y la juventud y de las necesidades del desarrollo en los diferentes contextos sociales, históricos y culturales. En Colombia se habla mucho de calidad de la educación, pero al hacerlo, por lo general, no se involucran las variables claves. Se llega a creer que la calidad son lo que miden las pruebas estandarizadas, cuando éstas solo evalúan una parte de ella. Equivocadamente se enfatiza en indicadores para figurar en los rankings, pero en muchos casos, lo que éstos reportan no son más que aspectos administrativos y logísticos superficiales que distan bastante de la garantía de la calidad y sus procesos. Una concepción mucho más amplia e integral de la calidad educativa enfatiza en dos variables que en Colombia todavía no han sido adecuadamente analizadas y sobre las cuales no hay acciones que permitan enfrentarlas: la formación de docentes y la propuesta curricular. Hace 30 años se justificaba privilegiar la formación en el exterior, pero hoy en día el país cuenta con más de 250 programas doctorales, los cuales, paradójicamente, presentan serios problemas financieros.

3. Derecho a la educación. Falta un compromiso y una política de largo plazo que amplíe la garantía del derecho a la educación en todos los niveles, en el corto, mediano y largo plazo. En educación inicial, Colombia sigue estando abajo en la garantía del derecho, respecto al promedio alcanzado al respecto por América Latina. Según la UNESCO, para el año 2013, más de la mitad de los niños entre 3 y 6 años en América Latina asistían a la educación inicial, en tanto dicho porcentaje se elevaba al 66% para el Caribe. Por el contrario, en Colombia la matrícula tan solo cubría al 33% de los niños, siendo superado en este aspecto por la mayoría de países de América Latina y del Caribe. De otro lado, en el caso de las universidades públicas estamos ante un problema de des financiación estructural y creciente, ya que sus ingresos crecen a un ritmo menor que sus gastos. Es de resaltar que una de las principales limitantes de las universidades públicas es la Ley 30 de 1992, en la cual se establecieron transferencias anuales incrementadas con bases en el IPC, en tanto sus gastos crecen a un ritmo superior. Hoy por hoy, Colombia solo garantiza el derecho a la educación universitaria al 10% de la población del primer quintil socioeconómico, según estimativos del Banco Mundial. Situación que nos coloca en significativa desventaja frente a países como Argentina, Uruguay, Chile o Ecuador. Un problema asociado con los indicadores, es que en ocasiones estos se trazan como las verdaderas metas en educación y ciencia, y no como la consecuencia lógica de las actividades misionales de las instituciones del Sistema. Un aspecto adicional son los recursos de COLFUTURO; grandes sumas de dinero del recurso público (60 mil millones del presupuesto de Colciencias del 2018) se destinan a financiar becas de maestría esencialmente en el exterior bajo las reglas de juego de COLFUTURO, pudiendo destinarse –con todo el sentido– a fortalecer los programas de posgrado nacionales.

4. Institucionalidad. Colombia posee una institucionalidad deficiente para respaldar soluciones a los problemas regionales y sectoriales en educación y ciencia. Hasta el momento, hemos carecido de institucionalidad con estructuras descentralizadas que favorezcan la educación, la investigación y la ciencia. Así mismo, supuestas salidas estructurales como el Sistema Nacional de Educación Terciaria-SNETpretendieron dar salida a un Sistema Integrado de Educación, como una nueva estrategia de gobernanza e inclusión. Sin sustento técnico se ponderó la publicidad sobre el contenido, y nunca se pensó en las necesarias reformas curriculares, menos en el fortalecimiento institucional para atender la formación técnica entre otras, fundamental para la transferencia del conocimiento.

5. Recursos para calidad. Colombia presenta una inversión en educación inferior a la del promedio de América Latina. Respecto al Producto Interno Bruto (PIB) y según el Banco Interamericano de Desarrollo, Colombia se sitúa para el año 2017 con una participación del 4,9% del PIB, después de Bolivia (6,5%), Jamaica (6,3%), Belice (6,2%), Brasil (6,1%), Honduras (5,9%), Argentina (5,3%), México (5,3%) y Paraguay (5,2%). En Estados Unidos la inversión es del 5,1%.

 

Propuesta

 

 Teniendo en cuenta que en educación y en ciencia sólo es posible alcanzar resultados a largo plazo, es esencial diseñar una política de Estado. Los balances a nivel educativo y las propuestas ya planteadas deben retomarse para elaborar dicha política. Una acción clave que ayudaría a definir la política pública es la creación de un Consejo Nacional de Educación de alto nivel, presidido por el Ministro y cuya función principal sería la construcción de una política de largo plazo que asegure continuidad en las decisiones y que, ayude a garantizar un adecuado seguimiento sobre el estado del sistema educativo, sobre la implementación y los ajustes que demanden todos los planes y acuerdos alcanzados y, sobre el impacto de las medidas que se impulsen articuladamente, tanto en la calidad como en la cobertura.

 Algo que ayudaría a construir la política de Estado en educación, es mejorar los criterios para seleccionar al ministro y a los directivos sobre los que recaen las decisiones de política pública a nivel nacional y regional. En educación, es frecuente que quienes son nombrados para ocupar los cargos directivos desconozcan el sector e incluso a los actores del mismo.

 Un criterio para asegurar la política de Estado en el sector, es que la misma sea constitutiva de los Planes de Desarrollo Nacionales y regionales y, que los Planes Decenales de Educación se constituyan en mecanismos vinculantes de la política de Estado.

 Se requiere un sistema que articule todos los niveles de educación con el sistema de ciencia y tecnología y, con los diversos sectores productivos y sociales, de modo que todos los ciudadanos puedan aportar al desarrollo del país.

 Se requieren nuevos modelos pedagógicos y reformas curriculares profundas para que la educación contribuya a generar equidad y movilidad social.

 Para alcanzar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, es la reformulación de la política de formación permanente de docentes para todos los niveles del sistema, que asegure en los educadores la consolidación de las competencias que serán trabajadas con los estudiantes. También, es indispensable articular de diversas formas los diferentes niveles y modalidades de educación.

 Dado que la gran mayoría de los niños y jóvenes hoy no están alcanzando ni la lectura crítica, ni la argumentación, se sugiere una modificación curricular que priorice el pensamiento, el análisis y la interpretación, además de la transformación de los sistemas de formación de docentes, previamente señalada.

 Debe considerarse que propuesta también se relaciona con las interacciones del Sistema. Dado que las innovaciones se pueden adelantar tanto en el sector público como en el privado, la política debería apuntar a la colaboración entre éstos.

 En educación inicial, es necesario adherir al pacto por la niñez ¡Niñez Ya! suscrito en febrero de 2018 por más de cien organizaciones de la sociedad civil. Dicho pacto aboga, entre otras, porque ningún niño o niña muera por desnutrición, enfermedades diarreicas e infecciones respiratorias; también para excluir a la infancia del conflicto y defender su derecho al juego, a la diversión y al estudio de calidad. Para materializarlo, las asociaciones invitan a los candidatos presidenciales a asumir su compromiso con la niñez y el cabal cumplimiento de lo establecido en las Ley de infancia y adolescencia.

 Se hace necesaria una revisión completa del sistema de financiación de la educación pública por parte de expertos en el área que propongan modelos de financiación, de manera que se garantice la ampliación del derecho y la sostenibilidad financiera en el mediano y largo plazo. Esto exige una revisión del Sistema General de Participación, de manera que se garanticen los tres años de educación inicial establecidos en la ley veintitrés años atrás para todos los niños, independientemente de su condición regional, racial o socioeconómica; y que logremos elevar la pertinencia en la educación básica y reducir la alta deserción que todavía presenta el país durante el tránsito por la educación básica y media.

 Así mismo, y para garantizar el derecho a la educación superior de los jóvenes, se necesita un mayor compromiso financiero del gobierno y la búsqueda de alternativas de financiación que se analicen de manera conjunta con las directivas de las universidades públicas. Este acuerdo es indispensable tanto para la sostenibilidad financiera de las universidades públicas como para seguir ampliando el derecho a la educación.

 Ser Pilo no debe ser el eje de la política de educación superior para Colombia y mucho menos convertirse en política de Estado sin reestructuración y sin que este proceso permita fortalecer la educación pública superior.

 Se requiere una completa reestructuración del sistema de crédito educativo de ICETEX para ampliar el derecho a la educación.

 Es fundamental formular una política descentralizada en ciencia y educación que permita crear una institucionalidad sólida para gestionar de manera eficiente y transparente las soluciones a los problemas regionales y sectoriales.

 El desarrollo económico basado en conocimiento, requiere de estructuras en las cuales el individuo alcance su propio desarrollo personal integral. Dada la evidente asimetría en el avance y desarrollo de las regiones, es fundamental establecer políticas que incentiven la migración e instalación de recurso talento humano con alta formación, que promuevan la construcción de ecosistemas regionales de conocimiento orientados a la solución de problemas regionales.

 Esto obliga a generar estrategias y normativas que conduzcan, por ejemplo, a mejores condiciones de seguridad social y laboral para quienes trabajen en las regiones de menor desarrollo. Se requiere también que, bajo metas y objetivos claros, se diseñen instrumentos que permitan el avance y monitoreo permanente de las políticas trazadas.

 El país sigue a la espera de que los recursos que se están liberando de la guerra se inviertan en la educación y en la ciencia. Para que las políticas y estrategias descritas anteriormente logren los objetivos propuestos, se deben asegurar recursos financieros suficientes y estables, que soporten el compromiso del Estado para cumplirlas. Con una apropiada inversión en educación y en ciencia, se alcanzarán altos índices de desarrollo económico y social.

 

Las reformas y propuestas anteriormente descritas son necesarias para garantizar el derecho a la educación, tal como está establecido en el Artículo 67 de la Constitución Política de Colombia, el cual señala: “La educación es un derecho de la persona y un servicio público que tiene una función social; con ella se busca el acceso al conocimiento, a la ciencia, a la técnica, y a los demás bienes y valores de la cultura”.

 

Urge superar la crisis ambiental. Un llamado de alerta

Contexto

El ambiente garantiza agua, alimento, energía y muchos otros servicios indispensables para el bienestar humano. Sin embargo, problemas ambientales tales como la reducción en la calidad de agua potable, contaminación atmosférica, deforestación, disminución de la biodiversidad, esto sumado al incumplimiento de normas ambientales, está conduciendo a un deterioro de la línea ambiental básica del desarrollo territorial y su sostenibilidad. En el ámbito global, Colombia en el 2018 ocupó el puesto 42 en el ranking ambiental (según el índice de Desempeño Ambiental – EPI). Aunque mejoró 15 puestos respecto a la medición del año 2016, aún se requieren realizar importantes esfuerzos para alcanzar niveles aceptables de gestión responsable y preservación del medio natural. Se alerta a la sociedad colombiana, tanto al ciudadano como a los diversos niveles de los poderes del Estado, que, de no hacerlo, seguiremos avanzando hacia un colapso en la estructura territorial que pone en riesgo la viabilidad de la nación. Es realmente urgente hacer la paz con el ambiente y reconciliarnos con la naturaleza.

 

Manejo Integral del Agua: El agua debe considerarse como un área estratégica para el desarrollo local y regional y por ello la crisis del agua, debe situarse dentro de la perspectiva de solución de problemas técnicos y conflictos sociales. Dentro de todas las crisis, la del agua es la que se encuentra en el corazón mismo de nuestra supervivencia y la de nuestro planeta. Colombia aún forma parte del reducido grupo de países que cuentan con una dotación natural excepcional de agua. Sin embargo, no hemos sabido aprovechar esta riqueza y la vemos más como una fuente de problemas y desastres que como una fuente de progreso y de equidad. En 1984 contábamos con una cantidad de 65.000 m3/persona al año, esta cifra en 2014 se había reducido a 45.000 m3/persona. Si continuamos haciendo lo mismo, dentro de 40 años llegaremos a 1000 m3/persona, valor que coincide con el Límite de Escasez definido por las Naciones Unidas.

Es claro que el manejo del agua ha dejado de ser un asunto exclusivamente técnico para dar paso a una visión más compleja e interdisciplinaria denominada "gestión integral del recurso hídrico", que parte de la idea de que para que el manejo del agua sea sostenible, debe incluir el ciclo hidrológico completo, proteger e incrementar la oferta natural y considerar en conjunto las demandas y necesidades de todos sus usuarios; en resumen, es la práctica de una política de conservación, uso y recuperación del agua. El modelo del Manejo Integral del Agua se basa en cuatro pasos: 1) protección de las cuencas abastecedoras de agua para acueductos, 2) educación de la comunidad en el uso y ahorro del agua, 3) tratamiento de las aguas residuales y 4) recuperación paisajística del cauce y riberas de los ríos como áreas de recreación pasiva de la comunidad.

El medio marino como receptor final de los desechos industriales y domésticos transportados por los ríos, se ha visto afectado a tal punto que procesos naturales de transporte y acumulación de estos contaminantes están causando alteraciones en la salud y el comportamiento de los recursos vivos, los cuales son fuente de alimentación del ser humano en los que finalmente se reflejan en mayor proporción los efectos del manejo indebido de las fuentes hídricas. Por lo tanto, es perentorio el control sobre la contaminación de las fuentes hídricas y del medio marino mismo.

Biodiversidad: Es de especial importancia promover legislación suficiente y eficiente que facilite el inventario de la biodiversidad. Se debe aumentar financiación para estos fines y eliminar obstáculos legales y burocráticos a la investigación, promoviendo colaboración entre instituciones nacionales e internacionales. La distribución de la biodiversidad no está limitada por fronteras políticas. Se invita al gobierno a un fortalecimiento de los programas de Colciencias encargados de la investigación básica y aplicada conducente al estudio de la biodiversidad y su medio.

Igualmente necesario e importante, es la obligatoriedad de evaluaciones científicas independientes sobre los impactos ambientales de proyectos de desarrollo a todas las escalas, con la participación de las poblaciones humanas potencialmente afectadas. El desarrollo puede hacerse de manera sostenible, balanceando procesos de urbanización, previniendo efectos irreversibles causados por la deforestación y destrucción de procesos ecosistémicos. Esto se puede desarrollar a través de entidades regionales ambientales, que para cumplir esta función de manera eficiente, deben fortalecerse, por ejemplo las CARs.

Para que estos procesos sean continuos en el tiempo y haya un cambio cultural con respecto al uso y cuidado de la biodiversidad, se deben promover y financiar programas de educación sobre biodiversidad y conservación, especialmente en comunidades ubicadas en zonas de alta biodiversidad en peligro de extinción. Dentro de este proceso formativo, se debe asegurar el cumplimiento de leyes que ofrezcan bonificaciones financieras para esfuerzos de conservación de áreas naturales por individuos y organizaciones y multas o aumento de impuestos para los que causen daños a la biodiversidad.

Ocupación del espacio y ordenamiento territorial: Nuestro territorio es variado, complejo y formado por regiones cultural y naturalmente muy diversas. Esta heterogeneidad hace necesario que la gestión ambiental efectiva considere esas especificidades con sus limitaciones y potencialidades. Hemos entendido el territorio como una dicotomía entre lo urbano y lo rural. De esta manera hemos promovido la urbanización como la única opción para llevar una vida segura y deseable. La expansión desmedida de las grandes ciudades sobre las zonas rurales con suelos de primera calidad, con el beneplácito de muchos municipios por los ingresos que produce el cambio de uso del suelo, ha ocasionado el crecimiento de zonas urbanas insostenibles por sus altos costos.

Además, la concentración de los vertimientos de aguas servidas sin ningún tratamiento ha contaminado los ríos, mares y aguas subterráneas de manera alarmante, restringiendo su uso por razones de salud pública. Es necesario promover la nueva ruralidad más moderna e incluyente basada en el suministro de bienes públicos y que desestimule la tendencia a la urbanización. Aprovechar los nuevos planes de ordenamiento territorial, quitándoles su marcada tendencia urbana, reconociendo el territorio como una unidad con componentes urbanos y rurales interdependientes que se complementan para crear un territorio sostenible, sería una oportunidad excepcional.

Transición energética: Si logramos cumplir los compromisos de Colombia en el Acuerdo de París -– a pesar de que nuestras emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) son apenas 0,42 por ciento de las globales – daríamos una señal de confiabilidad y seriedad, que nos permitiría participar en la lucha contra el cambio climático en el escenario global, recibiendo los beneficios y recursos que ello conllevaría. Colombia debe fortalecer las acciones establecidas para avanzar hacia una economía baja en carbono y resiliente al clima, que no dependa del uso de combustibles fósiles, desarrollando efectivamente los planes estratégicos sectoriales y territoriales orientados en esa vía. Urgimos a que los actores que hacen parte del sistema energético nacional, del cual Ecopetrol es un actor altamente relevante, tomen las medidas necesarias para lograr la transición energética. El país debe iniciar su reemplazo por energías limpias y rentables, haciendo énfasis en la energía solar, en la cual poseemos un alto potencial, ya que contamos con muy extensas zonas con alta radiación solar como los Llanos y las sabanas del Caribe. Asimismo, el país debe estimular el reemplazo de los automotores que utilizan derivados del petróleo por los eléctricos, siguiendo el ejemplo de muchos países que han prohibido su circulación.

Conservación: La creación de áreas protegidas ha sido la principal política del Estado colombiano en relación con el medio ambiente; posiblemente sobrepasemos las metas internacionalmente adoptadas sobre el porcentaje de áreas protegidas. Todo esto se ha logrado con enorme esfuerzo, ya que los recursos son insuficientes y la ampliación de estas áreas no ha conllevado al aumento de los mismos.

Conservar la riquísima biodiversidad que aún tenemos es indispensable para disponer de sus servicios ecosistémicos de los cuales dependemos para vivir y progresar. En este sentido, la propuesta del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible para “realinderar” las reservas forestales e intervención en parques y reservas naturales, va en contravía. En el futuro se deben asegurar los recursos necesarios para manejar y mantener adecuadamente el Sistema Nacional de Áreas Protegidas.

La quema del bosque tropical para reclamar la posesión de la tierra, ampliando innecesariamente la frontera agrícola y ganadera, llevar a cabo proyectos mineros o adelantar actividades ilícitas como la siembra de coca y la minería ilegal, son acciones que atentan contra la biodiversidad y por ende contra nosotros mismos.

Es necesario atender prioritariamente la situación en particular en zonas del Meta, Caquetá, Putumayo, Chocó, Nariño y Catatumbo, antes controladas por las FARC, se frene la deforestación, pues esta ha aumentado el 44%. Sin la presencia efectiva del Estado será imposible frenar estos procesos que empobrecen el medio natural. La quema de bosques es una de nuestras principales fuentes de emisión de GEI. Dentro de las negociaciones actuales entre el gobierno nacional y los grupos ilegales, recomendamos que se tenga en cuenta la extrema gravedad de los enfrentamientos en el medio natural y la destrucción de infraestructura.

Contaminación: El ambiente colombiano está siendo progresivamente envenenado por una variedad de residuos tóxicos de procesos industriales, agrícolas, mineros y artesanales. Estos contaminantes no son metabolizables ni biodegradables, sino que se acumulan en los cuerpos de los animales, incluyendo al ser humano. Son adquiridos a través del agua, los alimentos y el aire, y causan trastornos graves neurales, hormonales y embrionarios, tales como deformaciones, comportamientos patológicos y en muchos casos, la muerte. Entre estas sustancias tóxicas están los elementos y metales pesados como plomo, arsénico, mercurio y cromo, los organoclorados y organofosfatados, entre otros. Es notable que la producción y el uso de estas sustancias está prohibido en muchos países desarrollados, pero las empresas que los fabrican siguen vendiéndolas en muchos países menos desarrollados, incluyendo a Colombia.

Se debe entonces introducir legislación para la prohibición del uso de sustancias tóxicas en procesos agroindustriales, mineros, farmacéuticos y otros, tomando las medidas necesarias para hacerla cumplir. Coherente con la legislación, se deben proveer alternativas, por tanto es necesario invertir en investigación y desarrollo para sustituir estas sustancias por productos biodegradables que no se acumulan en el ambiente. Igualmente importante es introducir programas educativos sobre los peligros de estas sustancias, dirigidos a las personas que usan y aplican estas sustancias en actividades como la agricultura y la minería, hasta que puedan organizarse en contra de estos usos.

Es perentorio que el gobierno acelere el cumplimiento de las metas acordadas por el país en materia ambiental, para poder controlar a tiempo la gravedad de la situación descrita. Un esfuerzo comprometido para fortalecer políticas ambientales de largo plazo y concretar acciones en el corto, debe ser elemento fundamental en las propuestas con las que se deben comprometer y cumplir los gobernantes elegidos en los siguientes períodos. Estas son necesarias para detener el colapso ambiental del país, que pone en peligro el desarrollo nacional y el bienestar de los colombianos.

 

Propuesta

En vista de esta crítica situación, urge hacer un llamado a prestar especial atención a:

1. Garantizar disponibilidad suficiente de agua de calidad para la creciente población, lo que implica atender las recomendaciones de expertos, fortalecer la gestión integral del agua y del territorio, asegurar el cumplimiento de las normas ambientales, controlar la contaminación, asegurar el manejo de residuos sólidos, tratamiento adecuado de vertimientos e implementación de tecnologías para uso eficiente, monitoreo y remediación de aguas afectadas por procesos industriales.

2. Controlar todas las actividades que vayan en detrimento de la calidad del ambiente marino, proveedor de diversos servicios indispensables para el país, salvaguardándolo de los desechos descargados a través de los ríos o directamente en las costas; igualmente, hacer efectivas medidas para revertir la tendencia al agotamiento del recurso pesquero.

3. Controlar de manera urgente hasta lograr en corto plazo la erradicación del uso de elementos tóxicos, en especial aquellos que incorporen al agua metales pesados como el plomo, mercurio, cadmio, cromo y metaloides como el arsénico, substancias como los organoclorados y organofosforados y otros que, como el asbesto, están afectando la salud humana y deteriorando el ambiente.

4. Reducir la deforestación y disminución de bosques que propician la pérdida de la riqueza biótica nacional. La conservación de la riquísima biodiversidad que aún tenemos es indispensable para disponer de sus servicios ecosistémicos de los cuales dependemos y dependerán las futuras generaciones para vivir y progresar. La conservación debe convertirse en una forma de vida que abarque todo el territorio y las actividades, empleando formas de aprovechamiento y sistemas productivos ecoamigables. Se deben asegurar los recursos necesarios para manejar y mantener adecuadamente el Sistema Nacional de Áreas Protegidas y propiciar la expansión del mismo.

5. Fortalecer la investigación para lograr un mayor conocimiento de la riqueza biótica nacional y promover la innovación y desarrollo tecnológico para su aprovechamiento sostenible y ambientalmente amigable.

6. Impulsar proyectos orientados a la reducción de la contaminación atmosférica especialmente en los grandes centros urbanos, mediante la introducción de tecnologías limpias en los sistemas de transporte y en los procesos de generación de energía en la industria.

7. Controlar el deterioro ambiental generado por actividades mineras impulsando el desarrollo de las mismas con prácticas ambientalmente responsables y amigables.

8. Fortalecer las acciones establecidas y asegurar el cumplimiento de los compromisos adquiridos por Colombia para avanzar hacia una economía baja en carbono y resiliente al clima, no dependiente del uso de combustibles fósiles, mediante el desarrollo efectivo de planes estratégicos sectoriales y territoriales orientados en esa vía. En este sentido se insta a los actores del sistema energético nacional, del cual Ecopetrol es un actor altamente relevante, a concretar resultados para lograr una transición energética.

9. Fomentar ciencia y desarrollo tecnológico alrededor del aprovechamiento de las bio y nano tecnologías, orientado a mejorar el saneamiento ambiental y la producción de energía limpia, como el uso de microorganismos para producción de hidrógeno y energía eléctrica a partir de limpieza de aguas residuales, o la utilización de basuras como fuente de energía.

10. Fortalecer la investigación y la innovación tecnológica para soportar las acciones orientadas a la mitigación del calentamiento global y la adaptación al cambio climático.

11. Identificar y generar conocimiento alrededor de las amenazas por fenómenos naturales extremos e introducir en la planificación, medidas para la reducción de los riesgos en el territorio, en este sentido el fortalecimiento de la institucionalidad responsable de la gestión de riesgo de desastres es imperativa.

12. Evaluar el potencial (hídrico, energético, farmacéutico, de recreación y esparcimiento) que el ambiente provee al territorio, así como implementar formas ambientalmente amigables de su aprovechamiento.

13. Impulsar y concretar una mayor y efectiva participación ciudadana en los temas ambientales, fortaleciendo el mecanismo de la consulta como base ineludible para la decisión sobre proyectos productivos y para la planificación territorial.

14. Fortalecer la capacidad de las autoridades ambientales regionales, tanto en la base científica y tecnológica, como en el ejercicio del control en el manejo integrado de los recursos.

15. Atacar la corrupción que, mediante diversas expresiones (omisión para el cumplimiento de normas ambientales, contravención de leyes en la adjudicación de licencias ambientales, entre otras), ha impedido tener una calidad ambiental que soporte adecuadamente el bienestar de los colombianos.

 

Todas estas acciones, además de garantizar la calidad ambiental para los ciudadanos, contribuyen al cumplimiento de compromisos que el país ha adquirido en el contexto internacional dentro de la agenda ambiental global, como avanzar hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular los relacionados con agua limpia y saneamiento, energía asequible y no contaminante, acción por el clima, vida marina, vida de ecosistemas terrestres y paz, justicia e instituciones sólidas. Ciudadanos y dirigentes debemos posicionar a Colombia entre los 10 primeros países que hacen un buen desempeño ambiental.

 

Regalías para Ciencia, Tecnología e Innovación: CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN & DESARROLLO REGIONAL

Contexto

En el año 2011 se modificó la Constitución mediante el Acto Legislativo 04, permitiendo que el 10% de las regalías fueran destinadas para ciencia, tecnología e innovación -– CTeI. En el 2012 el Departamento Nacional de Planeación presentó ante el Congreso de la República un proyecto de ley para reglamentar aspectos relacionados con: Presentación de proyectos. Selección. Contratación. Ejecución, seguimiento, control y cierre.

Bajo los términos definidos en esta – Ley 1530 de 2012 – entre los años 2013 y 2017 las instituciones del sistema nacional de ciencia, tecnología e innovación - CTeI formularon proyectos a ser financiados por el Sistema General de Regalías – SGR. Sin embargo, los engorrosos y poco claros mecanismos para la selección, contratación y ejecución de los proyectos les restaron viabilidad a los procesos y permitieron que, en el año 2017, el gobierno solicitara al Congreso autorizar el uso de recursos no asignados para destinarlos, por una sola vez, a la construcción de vías terciarias. En el acto legislativo 05 de 2017 el Congreso otorgó la autorización, precisó que los proyectos de CTeI deben ser ejecutados por la misma entidad que los presenta y estableció que el gobierno nacional debía presentará un proyecto de ley que reglamente la materia.

Para la comunidad científica y académica se hace necesario reflexionar y socializar sobre las dificultades que se han presentado en la ejecución de proyectos de regalías, sin desconocer las virtudes que para el desarrollo de las regiones significa que el 10% de las regalías sean destinadas para CTeI1.

 

Dificultades evidenciadas en la ejecución de los recursos de regalías para CTeI:

1 En el presente documento, se entiende que “las regiones hoy son sistemas territoriales abiertos que en permanente interacción con otras regiones construyen su propia identidad económica, cultural, social y política” (Espacio, Territorio y Región: Conceptos Básicos para un Proyecto Nacional. Gustavo Montañez Gómez, Ovidio Delgado Mahecha. Cuadernos de Geografía, Vol. VII, No. 1-2, 1998).

1. No es clara la articulación entre los intereses regionales y los intereses nacionales con respecto al impacto de estos proyectos en el desarrollo de la CTeI.

2. Para su presentación, los proyectos de CTeI quedan cobijados bajo los formatos de MGA establecidos para otras modalidades de proyectos de inversión, que son dispendiosos y poco adecuados. Igualmente, dado que la metodología usada es la MGA, también los mecanismos de control se vuelven engorrosos y poco adecuados.

3. La metodología para la selección, ejecución y evaluación de los proyectos de regalías de CTeI debería ser la de Colciencias y no la del DNP.

4. Es necesario definir los límites del concepto “innovación” para que los proyectos que se financien con recursos de regalías CTeI, efectivamente impacten las metas de desarrollo regional en ciencia y tecnología.

5. El informe de auditoría de la Contraloría General de la República de 2016 refleja, entre otros, las falencias en el diseño relacionadas con:

a. Tiempos requeridos para poner en marcha un proyecto desde la presentación en ventanilla (ver tabla de promedio de aprobación de proyectos CTeI (en días))

b. Procedimiento de ejecución presupuestal que depende del seguimiento y control con lógica de MGA.

 

Propuestas

Proyecto de ley que reforma regalías en ciencia, tecnología e innovación.

La comunidad académica liderada por ACCEFYN en reunión realizada en Paipa los días 26 y 27 de enero del 2018, estudió con detenimiento el articulado del proyecto de ley “Por el cual se desarrolla el parágrafo 5º del artículo 361 de la Constitución Política de Colombia y se dictan otras disposiciones” propuesto por Colciencias en el mismo mes de enero.

Si bien la propuesta del gobierno actual representa un avance que corrige la articulación de la política de CTeI con el desarrollo regional, y algunas dificultades asociadas a la presentación de los proyectos, aún queda pendiente corregir aspectos como el uso de la MGA en la presentación de los proyectos, así como el posterior monitoreo y control, usando esa metodología.

 

1. Comentarios al proyecto de ley (Colciencias enero 2018)

a. Aspectos positivos

i. Fortalece a Colciencias como el ente rector del sistema de CTeI.

ii. Consolida los focos y las líneas de los PAEDs - Planes y Acuerdos Estratégicos Departamentales en Ciencia, Tecnología e Innovación

iii. Estructura las convocatorias públicas, abiertas y competitivas del Fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación del SGR. Esto le permitirá articular esfuerzos y recursos de entes territoriales destinados al fomento de la CTeI.

iv. Mantiene el mecanismo de evaluación técnica de pares.

v. Resuelve el problema que se había presentado en el pasado, generado porque la entidad que presentaba el proyecto no necesariamente era la que lo ejecutaba.

vi. Otorga el papel relevante a los Consejos Departamentales de Ciencia, Tecnología e Innovación - CODECTI, haciendo coherente la relación de regalías con el desarrollo regional.

b. Aspectos por corregir

i. Aclarar muy bien los representantes y el alcance de las funciones de los CODECTI.

ii. No restringir a que las universidades tengan “domicilio principal” para que se puedan presentar en convocatorias de departamentos específicos. Recomendamos que se puedan presentar proyectos entre universidades con sede en el departamento, asociadas con otras que proyecten hacia la región comunidades científicas consolidadas yrecursos tecnológicos.

 

Temas por modificar desde otro proyecto de ley

Modificar la Ley 1530 de 2012 en lo relativo a:

1. Presentación de proyectos de CTeI con el formato de GESPROY - MGA

2. Modificar el sistema de monitoreo, seguimiento, control y evaluación que responda a las particularidades del sector de CTeI y que sea liderado por Colciencias y no porel DNP.

 

 

Participantes

 

Por la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales:

Dr. Enrique Forero, Presidente de la Academia

Dr. Carlos Vargas, Vicepresidente de la Academia

Dr. Horacio Torres, Secretario de la Academia

Dr. Gabriel Roldán, Capítulo de Antioquia, Director de Publicaciones de la Academia

Dr. Néstor Campos, Secretario de Capítulo del Caribe de la Academia

Dr. Héctor Fabio Zuluaga, Director del Capítulo Sudoccidental y Coordinador de asuntos internacionales de la Academia

Dr. Moisés Wasserman, Comisión de C y T de la Academia

Dr. Pablo Abad, Comisión de C y T de la Academia,

Dra. Carmenza Duque, Comisión de C y T de la Academia

Dra. Gabriela Delgado, Comisión de C y T de la Academia

Dr. Rafael Molina

Dr. Eduardo Posada (También Presidente de la Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia – ACAC)

Dr. Julio Carrizosa, Comisión de Áreas protegidas de la Academia

Dr. Ernesto Guhl, Comisión de Áreas protegidas de la Academia

Dr. Gary Stiles, Comisión de Áreas protegidas de la Academia

Dr. José Lozano, Comisión de Áreas protegidas de la Academia

Dr. José Daniel Pabón

Dr. Juan Manuel Díaz

Dr. Edgar González

 

Por la Academia Colombiana de Ciencias Económicas:

Dr. Edgar Revéiz, Secretario Académico

Dr. Clemente Forero, Canciller

 

Por la Academia Nacional de Medicina:

Dra. Beatriz Suárez

 

Por la Sociedad Colombiana de Ingenieros:

Ing. Gonzalo Jiménez, Escuela Colombiana de Ingeniería “Julio Garavito”

 

Otros invitados:

Dra. Diana Velasco, Universidad del Rosario/Universidad de Ibagué

Ing. Carlos Caicedo, Facultad de Ingeniería, Universidad Nacional de Colombia

Dr. Jorge Hernán Cárdenas

Dra. María Piedad Villaveces, Directora Ejecutiva, ACAC

Dr. Carlos Hernando Forero, Director Ejecutivo, ASCUN

Dra. Elizabeth Bernal, Coordinadora Académica, ASCUN

Dr. Francisco Cajiao, Rector, Fundación Universitaria CAFAM

Dr. Julián de Zubiría, Director, Instituto Merani

Dra. Imelda Arana, educadora.

 

Facilitadores:

Prof. Yesid Soler

Prof. Oscar Espinosa

 

Sin votos (todavía)