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Jiménez Vélez, Carlos Alberto

En estos tiempo de conmociones y rápidos cambios en el conocimiento, es deseable saber mucho más de lo que sabemos acerca del juego y de la lúdica, y en especial de las nuevas relaciones que pueden existir entre el juego, la locura, el orgasmo, los arquetipos, las emociones y las inteligencias, que son los conceptos básicos, que aborda este libro desde una visión holoárquica.
De hecho, si queremos comprender el concepto de inteligencia lúdica, que se propone en este libro, se necesita como mínimo entender los comportamientos lúdicos e inteligentes que tienen el embrión y el feto dentro del vientre materno, lo mismo que el desarrollo evolutivo del juego hasta la misma muerte. En consecuencia, es de vital importancia estudiar el juego desde la Psicología pre y postnatal, como también desde los nuevos descubrimientos de las Neurociencias y de la Neuropedagogía
Estas nuevas disciplinas, ya ofrecen evidencias tan sorprendentes, como las que el feto entre las once y doce semanas puede caminar, bostezar, se frota sus ojos, se estira, patalea, no solo por razones psicológicas precisas, sino porque juega con su ritmo y con su cuerpo. También salta en el útero, mucho antes de que la madre comience a sentir sus movimientos. Seguidamente a las dieciocho semanas su comportamiento lúdico se vuelve más complejo, cuando se ríe, se rasca, succiona sus dedos y juega moviéndose dentro del líquido amniótico que tiene una densidad y una flotabilidad igual que el agua de mar, siendo un medio muy propicio para el goce y la felicidad lúdica
En las primeras fases prenatales, el feto se comporta como si fuera un bebé y no como un ser en el cual su psique está vacía de todo rastro de evolución, sin ningún tipo de representación mental, como antes se creía. En este sentido la educación debe ser un autentico encuentro lúdico, entre los seres humanos para encontrarle sentido a la existencia humana.