En la organización de los centros educativos, de una u otra forma, siempre se ha tenido en cuenta la capacidad mental de los educandos y por ella, se han agrupado los procesos curriculares en niveles y los contenidos instruccionales de forma gradual, relacionándolos con las operaciones intelectivas, de forma epigenética (de estructuras y procesos mentales sencillos y poco consistentes, a estructuras y procesos mentales complejos y más consistentes), desde los estadios memorísticos y concretos, pasando por la configuración y abstracción, hasta los estadios lógicos y formales. Desde el último cuarto del siglo XX e inicios del XXI se ha insistido en la necesidad de una pedagogía y una didáctica centradas enla resolución de problemas, en el planteamiento y evaluación de hipótesis, en la necesidad de desarrollar competencias y funciones cognitivas básicas y, desde una perspectiva cognoscitiva, buscar la forma, no de enseñar sino de dejar aprender: aprender jugando, aprender haciendo, aprender a aprender y aprender a emprender. Todos estos aprendizajes demandan el desarrollo de las habiliddes mentales y las operaciones intelectivas que le permitan a una persona los niveles no solo de memorización y concreción, sino también de interpretación, reflexión, explicación, argumentación, lógica, formalización y también, niveles de creatividad, ingenio, innovación e invención.
Revista N°:
Número de Páginas:
Entrevista central:
Año:
- 2006
Meses:
- Diciembre
- Enero
ISSN:
Autores:
-
Amblard, Susana; Arias Gómez, Diego Hernán; Corrales Ayala, Salvador; de Szulanski, Dusana; de Zubiría Samper, Julián; Díaz Cantillo, Celia; Fernández Batanero, José María; García Nieto, Anarciso; Gutiérrez Blanco, Luis Carlos; Hoyuelos, alfredo; Larios de Rodríguez, Berenice; Pilonieta Peñuela, Germán Roberto; Quiñonez Reina,Danilo; Rodríguez, Esteban
Editorial: